Dieta para el SIBO

El Síndrome de Intestino Delgado con Sobrecrecimiento Bacteriano, conocido como SIBO, es una condición gastrointestinal que puede causar una serie de síntomas incómodos, como hinchazón, dolor abdominal, diarrea, estreñimiento y malestar general. Para muchas personas, una estrategia dietética adecuada es esencial en el manejo del SIBO y en el alivio de los síntomas. A continuación, te presentamos una descripción de la dieta para el SIBO y cómo puede ayudar a controlar esta afección.

¿Que dieta seguir?

La dieta más usada para tratar el SIBO es la dieta FODMAP, que es baja en alimentos fermentables. FODMAP es un acrónimo compuesto por las palabras «Fermentables, Oligosacáridos, Disacáridos, Monosacáridos y Polioles». 

Se refiere a ciertos carbohidratos fermentables presentes en algunos alimentos y aditivos, que en personas que no son capaces de procesarlos correctamente, causan síntomas como gases o hinchazón abdominal.

Es una dieta terapéutica desarrollada por investigadores de Monash University en Australia con amplia evidencia científica. No obstante, debe ser supervisada por un dietista-nutricionista porque en ella se eliminan gran cantidad de alimentos, como frutas, verduras, legumbres y frutos secos.

Los dietistas recomiendan dividirla en dos fases:

  • Fase 1: una fase más restrictiva que dura entre dos y seis semanas en función de la evolución de la persona. Se deben tener muy en cuenta 3 aspectos: los alimentos fermentables, los métodos de cocción (hervido o cocido) y las cantidades.
  • Fase 2: cuando ya han remitido los síntomas se van reintroduciendo los alimentos de forma progresiva y se van haciendo cambios en los métodos de cocción y aumentando las cantidades.

Además de la dieta, pueden utilizarse antibióticos y es fundamental el tratamiento nutricional con suplementos. “Los probióticos son básicos para repoblar de forma positiva la microbiota”.

Hay SIBO que están muy desarrollados y son muy agresivos y se ha de valorar si necesitan un tratamiento con antibióticos focalizados a SIBO”, explica. El tratamiento antibiótico resulta algo controvertido porque también puede afectar a la microbiota. En cualquier caso, siempre será necesario complementarlo con una dieta y con suplementos nutricionales, así como tratar la causa que originó el SIBO para evitar que se repita. Es fundamental acudir a un profesional para que determine el tratamiento más apropiado en cada caso.

Alimentos a evitar en caso de SIBO

En cada grupo alimentario encontramos alimentos más fermentables y menos fermentables. En general, los menos fermentables son los que mejor tolerará la persona con SIBO agudo y los más fermentables los que debería evitar, aunque esto también depende de la sensibilidad de cada persona.

Alimentos a evitar porque son más fermentables: 

  • Frutas: manzana, pera, sandía, chirimoyas, mango, uvas.
  • Verduras : ajo, alcachofa, apio, boniato, calabaza, espárragos, cebolla.
  • Legumbres: garbanzos, lentejas, alubias, guisantes, habas, soja.
  • El pan, especialmente durante la fase 1 de la dieta, se puede sustituir por pan sin gluten u otros panes como el pan de trigo sarraceno, el pan de arroz, el pan de amaranto, el pan de quinoa.
  • Embutidos y carnes procesadas.
  • Lácteos: leche (vaca, cabra y oveja), yogur, quesos blandos (Burgos, ricota, requesón, mascarpone, queso fresco) y productos elaborados con lactosa.
  • Bebidas: concentrado de frutas, bebidas con fructosa, bebidas alcohólicas fermentadas como la cerveza y bebidas azucaradas. 
  • Jarabe de agave, sirope de maíz, fructosa, miel, productos que contengan inulina.
  • Edulcorantes como manitol, isomaltosa, maltitol, xilitol, sorbitol, lactitol  y eritritol.
  • Salsas tipo barbacoa y ketchup.

Alimentos permitidos en caso de SIBO

Los alimentos que fermentan menos son los que ocasionan menos problemas digestivos a las personas que sufren SIBO. 

  • Frutas: piña, plátano, clementina, kiwi, fresas, frambuesas.
  • Verduras: judía verde, patata, pimiento verde y rojo, tomate, calabacín, espinaca, berenjena, zanahoria.
  • Carnes sin procesar, pescados y huevos.
  • Queso curado (cheddar, parmesano), queso tierno (brie, mozzarella), productos sin lactosa.
  • Cereales. trigo sarraceno, avena, mijo, quinoa, pasta sin gluten, harina de maíz, arroz. 

Trucos para mejorar las digestiones

Estos consejos también te pueden ayudar a reducir los síntomas de SIBO:

  • Evita el estrés ya que genera cortisol que puede causar inflamación intestinal y hacer todavía más vulnerable el intestino.
  • Hervir o cocrer los alimentos fermentables, ya que parte de las sustancias fermentables migran al agua de cocción, y desechar el caldo.
  • El ajo y la cebolla son altos en fermentables. Un truco para aportar sabor a tus platos es infusionarlos en aceite porque, al contrario que pasa con el agua, al infusionar en aceite los fermentables se concentran dentro del alimento. El aceite resultante tendrá el sabor del ajo o la cebolla.
  • Evita picotear entre horas. Deja entre ingesta e ingesta unas tres horas para que los movimientos que activan la limpieza del intestino funcionen correctamente.

Productos que te ayudarán a mejorar la digestión

Cápsulas de Carbón Activado

El carbón activado es beneficioso para reducir los gases y aliviar los síntomas del SIBO debido a su capacidad de absorber y eliminar gases y toxinas del tracto gastrointestinal. Cuando se toma como suplemento, el carbón activado actúa como un agente desintoxicante, atrapando el exceso de gas y reduciendo la hinchazón, los eructos y la flatulencia asociados con el SIBO. También puede ayudar a aliviar los síntomas de malestar abdominal y mejorar el bienestar general de quienes padecen esta condición.

Cápsulas de Magnesio

El magnesio es beneficioso para reducir los síntomas del SIBO debido a su capacidad para aliviar el estreñimiento, un síntoma común en pacientes con SIBO. El magnesio actúa como un suave laxante, promoviendo movimientos intestinales regulares y evitando la acumulación de bacterias en el intestino delgado. Al aliviar el estreñimiento, el magnesio puede ayudar a reducir la hinchazón, el malestar abdominal y otros síntomas gastrointestinales asociados con el SIBO, mejorando así la calidad de vida de quienes lo padecen.

Conclusión

La dieta para el SIBO es una parte esencial del tratamiento de esta afección gastrointestinal. Al reducir la fermentación de carbohidratos, proporcionar alivio de los síntomas y prevenir la recurrencia, esta dieta puede desempeñar un papel significativo en tu bienestar. Los productos y suplementos mencionados pueden ser herramientas útiles para abordar el SIBO de manera integral, pero es crucial trabajar en estrecha colaboración con un profesional de la salud, como un dietista registrado, para diseñar un plan dietético personalizado y efectivo. Además, siempre sigue las recomendaciones de tu profesional de la salud y consulta con ellos antes de incorporar nuevos productos o suplementos a tu tratamiento del SIBO. El camino hacia el alivio y la recuperación está a tu alcance con un enfoque integral y personalizado.